Ay. Desde que el cine es cine hay
películas que son tratadas injustamente, para bien o para mal; películas
simples, banales y cuyos guiones tienen más agujeros que un colador llegan a lo
más alto, mientras que otras más completas y con guiones impecables son
brutalmente asesinadas por la crítica. En el último grupo se encuentra Alien:
Covenant.
La primera vez que vi Alien:
Covenant salí del cine encantado. La segunda vez no solo me gusto más sino que
me pareció una película preciosa. Sí, preciosa, y no lo digo porque me atraigan
las pelis de monstruos, que también, sino porque sin cagarse en la obra
original se aparta completamente del terror y del slasher para plantear unas
cuantas cuestiones filosóficas relacionadas con la ciencia, la ética, la
religión, etc.
Sería bastante obvio
decir que este artículo contiene muchos spoilers y que si no has visto la peli
no pintas nada leyendo esto. Pero como es algo que se sobreentiende no lo voy a
decir. Habiendo aclarado todo esto procedo a diseccionar la película.
Partimos de la idea de
que en esta historia tanto los xenomorfos como la tripulación humana son
elementos secundario. El verdadero alma de la fiesta es David, que no solo es
el personaje con mejor desarrollo sino que toda la movida gira alrededor suya.
Es el personaje que marca la diferencia entre otro space horror más y lo que la
película es en sí misma. Pero David no llamaría tanto la atención si no
tuviéramos a Walter por medio, así que las escenas en las que ambos androides
interactúan acaban siendo explosivas. Es impresionante el feeling que tiene
Michael Fassbender con Michael Fassbender.
Desde el comienzo ya nos
presentan a David como un androide poco convencional pues es creativo, puede
decidir por sí mismo (elige su nombre y una canción que tocar al piano), y, lo
más preocupante de todo, tiene la capacidad de plantearse su propia existencia.
Ahí entra la primera reflexión de todas: el humano busca a su dios y para ello
crea al androide, pero el humano es mortal y el androide no. Por eso mismo el androide
es perfecto y el humano es imperfecto. Entonces, ¿por qué el primero debería
servir al segundo? Este es el punto de partida del personaje y tanto en
Prometheus como en Covenant vemos su desarrollo con una diferencia; en
Prometheus David sigue siendo un sirviente, está limitado por su creador, pero
en Covenant es un ser libre pues su dios ha muerto. Volveremos a estas ideas
más adelante.
Como ya dije
anteriormente, David no funcionaría igual si no tuviéramos a Walter. Walter es
un punto de referencia, es el estereotipo de un androide. Muy sutilmente se
puede establecer un paralelismo entre las secuencias iniciales de Prometheus y
Covenant. Antes de que ambas tripulaciones despierten vemos las labores de los
androides en la nave. En la Prometheus David muestra un comportamiento muy
humano: juega a baloncesto, monta en bici, aprende idiomas, ve películas e
imita a los personajes de esas películas. Por otro lado Walter en la Covenant
se limita a realizar el mantenimiento de la nave, y en ningún momento expresa
emociones. En todo esto se ve claro el grandísimo actor que es Fassbender, que
interpreta a la perfección a dos personajes que no pueden ser más opuestos.
De los humanos no voy a
hablar mucho, por lo general no me parecen muy interesantes y creo que podrían
haber dado más de sí además de morir uno detrás de otro. Pero si pensáis que
los tripulantes de la Covenant eran inútiles saldré en su defensa diciendo que
el que debería haber sido su capitán muere prematuramente y les viene de golpe
una situación para la que no están preparados. En cierto modo sirven para
demostrar la teoría de David de que los humanos son imperfectos, pues cometen
errores en base a sus emociones, que en este caso es el miedo. Teniendo todo
esto en cuenta podéis pensar lo que queráis de la tripulación, pero a mí por lo
menos también me acojonaría ver a un neomorfo saliendo de la espalda de un tío.
Básicamente las escenas
iniciales de la Covenant constituyen un antecedente de la escena final del
alien en la misma. Vemos algo de la estructura de la nave, el funcionamiento de
Madre, y el escenario donde tendrá lugar el enfrentamiento entre Daniels y el
xenomorfo. Algo a destacar es la conversación que tienen Walter y Daniels.
Cuando ella le cuenta su plan de construir una cabaña en Origae-6 y se pregunta
por qué debería hacerlo ahora que su pareja ya no estaba, Walter simplemente le
da una respuesta puramente lógica y carente de emociones: “porque prometió
construir una cabaña junto al lago”. Acostumbrados a David esperábamos una respuesta
más humana, así que esa es la frase que nos demuestra definitivamente que
Walter no es más que una máquina.
Pegamos un salto hasta
la primera escena de interacción entre los dos sintéticos. En dicha escena
David enseña a su "hermano" a tocar la flauta. Para un androide tocar
un instrumento no debería ser nada fuera de lo normal, pero crear una melodía
es otra cosa, porque un androide como Walter no debería tener la capacidad de
crear ya que es algo humano, y sin embargo puede hacerlo. Otro rasgo humano que
de repente muestra Walter es la curiosidad, pues en un momento le pregunta a
David sobre Weyland, su creador. Es en este momento donde David muestra por
primera vez la idea que tiene sobre sí mismo, considerándose perfecto y
superior a los humanos. La verdad es que no oculta demasiado su ego, pues en la
siguiente escena David recita un fragmento de Ozymandias mientras contempla los
restos petrificados de los Ingenieros:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas
Es genial porque este
fragmento sacado de su poema y recitado en este contexto cambia completamente
su significado. El soneto de Ozymandias al completo habla de la caída de
cualquier líder y el declive de su legado con el paso del tiempo, pero este
fragmento aislado habla del máximo poder y esplendor que alguien podría llegar
a tener, y ese alguien aquí es David. Se otorga a sí mismo el título de
"rey de reyes", y no es para menos después de haber exterminado a los
dioses de sus dioses.
En la siguiente escena
Walter/David encontramos al segundo tocando una melodía con la flauta que nos
resulta bastante familiar. Por si alguien no se dio cuenta, esa melodía es el
tema principal de Prometheus, la cual es bastante apropiada ya que David la
compone en memoria de Elizabeth Shaw. Una melodía random nos hubiera resbalado
un poco, pero con esta canción se aseguran de que nos acordemos de Shaw. Acto
seguido vemos a David, un sintético, con lágrimas en los ojos. Poco más
adelante en la misma escena habla de sus sueños. Llorar y soñar son acciones
puramente humanas y él es capaz de hacerlas, pero todo eso no le preocupa
mientras él siga siendo perfecto. Pero David no es perfecto y se da cuenta de
ello cuando se equivoca: Ozymandias no es una obra de Lord Byron, sino que es
de Percy Bysshe Shelley, como bien dice Walter. En este error literario se dan
cuenta de la realidad: David es imperfecto y Walter perfecto. Muy acertadamente
se ligan los conceptos de imperfección e humanidad, estando aquí la verdad que
más le duele a David: él es más humano que androide. Por ello David siente
envidia y respeto al mismo tiempo hacia Walter, porque él tiene toda la
perfección que David nunca podrá tener. Teniendo esto claro ya se entiende el
beso de David a Walter y lo que le dice: "Nadie te amará como yo te
amo". Y es verdad, porque Walter es puramente perfecto pero ningún humano
sabrá valorarlo.
Otra cosa que quiero
comentar es el concepto de amor que tiene David. Lo que David considera amor,
para Walter es deber, y sin embargo el que más cerca está de lo que los humanos
entienden por amor es Walter.
Respecto al plot twist
final no hay mucho de que hablar, creo que la mayoría lo vimos venir, pero era
algo necesario para mantener el interés. Y aunque muchos lo averiguásemos por
intuición, hay un detalle por el que podemos saber que el androide de la nave
es David: Walter tenía la capacidad de regenerar sus heridas, y el androide que
sube a la nave tiene una cicatriz en la cara.
Otro detalle curioso son
las interacciones entre David y los aliens. En el planeta de los Ingenieros
David se encuentra con un neomorfo, y este muestra una naturaleza pacífica. En
la Covenant, David y el xenomorfo se ven a través de una cámara y el alien
ataca directamente. En fin, no me voy a mojar, sacad vuestras conclusiones.
Ya para concluir quiero
hablar de Wagner y "La entrada de los dioses al Valhalla". En la
escena inicial David toca esta pieza y Weyland dice que sin una orquesta pierde
su fuerza. En la escena final la canción suena con una orquesta, con toda su
fuerza mientras David entra en la cámara de los embriones. ¿Qué significa esto?
Significa que David ha triunfado y ha superado a su creador, por ello David es
un dios de camino a Origae-6, su Valhalla.
Lo que más aprecio de
David como personaje es que es una buenísima representación del superhombre de
Friedrich Nietzsche. David consigue superar muchas barreras tras la muerte de
su dios, y va más allá al matar a los dioses de su creador. En el momento en el
que todos los dioses de David han muerto, este se considera completamente libre
para hacer lo que quiera, sin estar atado a ningún valor ético.
Como veis, Alien:
Covenant es una película mucho más compleja e interesante de lo que un space
horror suele ser, y por eso mismo hay que disfrutarla en todos sus aspectos,
porque pelis de monstruos tenemos muchas, pero este tipo de ciencia ficción
hace mucho que escasea.
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