lunes, 26 de marzo de 2018

Pacific Rim: Insurrección - El Super Sentai Definitivo (Análisis)


¡Buenas a todxs!, soy Adrián S. y comienzo como nuevo colaborador de este blog. El pasado fin de semana la taquilla golpeó bien fuerte con la nueva entrega de Pacific Rim: Insurrección, la secuela del filme llevado a cabo por el Oscarizado Guillermo del Toro, coescribiendo junto a Travis Beacham, allá por 2013.

Steven S. DeKnight es el encargado de dirigir y escribir esta cinta, junto a los guionistas Emily Carmichael, Kira Snyder y T. S. Knowlan. A los más veteranos os sonará por ser del equipo de Joss Whedon, ya sea produciendo, guionizando y dirigiendo en Buffy, Cazavampiros y Angel, así como más recientemente en Spartacus o Netlix's Daredevil.

En su primer largometraje, S. DeKnight nos trae una cinta de 131 min sin pretensiones de ningún tipo, siendo el entretenimiento el único objetivo del filme.

Diez años después de los sucesos acontecidos en Pacific Rim, el mundo aún anda recuperándose de la guerra contra los Kaijus. En una paz incierta, el Cuerpo de Defensa Pan Pacífico se rearma con nuevos Jaegers y programas de defensa ante la posibilidad de una nueva guerra, a la vez que lidian con la construcción de Jaegers ilegales por parte de buscavidas que tratan de salir adelante de la posguerra. Es en estas circunstancias donde se mueven los protagonistas, Jake Pentecost (John Boyega) y Amara Namani (Cailee Spaeny), outsiders de distinta motivación pero obligados a compartir destino por las fuerzas del orden.

Durante 40 minutos nos presentan a los distintos personajes, así como al nuevo programa del Cuerpo de Defensa Pan Pacífico junto a los Jaegers, los Drones de la Corporación Shao. Tras esta a priori larga pero necesaria introducción, aparece la amenaza de un misterioso e imparable Jaeger Rebelde, el Obsidian Fury.


Si aún no la has visto, desde Nueva Attilan la recomendamos encarecidamente. Siendo inferior a la primera, gusta a quienes no disfrutaron de esta ¡y aún más a quienes sí!

Si eres de los que no pudieron perdérsela, puedes seguir leyendo.

[ALERTA DE SPOILERS]


A partir del ataque del Obsidian Fury, todo todo es un no parar y diversión. A diferencia del primer filme donde todas las cartas se revelaban desde los primeros minutos, la propuesta de S. DeKnight nos invita a jugar a resolver misterios. ¿Quién pilota el Jaeger Renegado y por qué ataca?, ¿es un plan de Liwen Shao para que aprueben sus Drones?. Y a todas estas preguntas nos responden con nuevas incógnitas, proponiendo todo lo que querríamos ver en una nueva entrega de Pacific Rim. Y es que a partir de este punto, la cinta juega a molar. 


Mientras que Guillermo del Toro nos trajo una film de Kaijus, Steven S. DeKnight explota las claves del Super Sentai, ofreciendo todo un nuevo abanico de posibilidades a este universo. Si eres aficionado al cine de Tōhō, Ultraman y Super Sentais (aquí conocidos como Power Rangers) comprobarás que:
  1. Los Jaegers son muy gestuales, haciendo todo tipo de movimientos y provocaciones durante los combates.
  2. Los pilotos de Jaegers gastan bromas y se divierten mientras combaten ¡Destruir una ciudad sin dilemas morales no trae nada más que alegría! Además, entre ellos portan colores distintos de armaduras (solo faltaría que tuvieran los cascos cerrados).
  3. El Jaeger Rebelde es oscuro, misterioso e imbatible, además su fin es ayudar a los Kaijus. ¿No os recuerda al Dragonzord de Power Rangers?
  4. Newton como avatar de los precursores lanza a sus esbirros desde una zona segura y luego anima a sus Kaijus desde la batalla misma ¡Como los malosos de los Super Sentai!
  5. Hay híbridos entre Kaijus y Drones, así como entre Kaiju y Jaeger. ¡La bizarrada que anhelaba tras el primer film!
  6. Hay esbirros pequeñitos, ¿mecanizados, semikaijus? el caso es que ayudan a...
  7. ...¡¡crear un Megakaiju a partir de tres!! Como en todo Super Sentai, cuando los monstruos empiezan a ser derrotados...¡O crecen o se fusionan, cambiando las tornas de la batalla!
  8. No hay Megazord, pero hay deriva de dos pilotos de distintos Jaegers, dando lugar a ¡¡Un doble puñetazo meteoro, muy del estilo del género Mecha como Mazinger-Z!!
  9. Tras diversas bajas, el mundo al borde del abismo y una ciudad completamente arrasada... ¡Una pelea de bolas de nieve y muchas risas para celebrar la victoria! Si esto no os convence de que es un Super Sentai, no sé que más queréis.

Hasta aquí las claves de Pacific Rim: Insurrección. Aún quedan muchos tópicos del género que explorar si nos obsequian con una tercera entrega, como por ejemplo pilotos que se hagan gigantes (Ultraman), Mechakaijus (Godzilla), pilotos de Kaijus, Mechas en el espacio o Kaijus defensores de la tierra. 

¡El límite está en la imaginación!

NOTA: 8,6.


jueves, 15 de marzo de 2018

Jessica Jones - Temporada 2 (Crítica)



Solamente la primera temporada ya hacía que Jessica Jones fuera una de mis series favoritas, así que tenía mucho hype por esta segunda, y a la vez tenía miedo por el posible patinazo que pudiera dar. ¿Y sabéis qué ha pasado? Pues que me ha gustado. Quizás no esté al nivel de la primera temporada, pero la trama es muy buena  y los personajes siguen siendo muy carismáticos.

La duda que más me atemorizaba era si la serie sería capaz de seguir adelante sin Killgrave, (porque sin duda este personaje se come la primera temporada) y así ha sido. Como he dicho antes, los personajes de esta temporada son perfectos, todos tienen sus propias tramas y mientras estas avanzan se van cruzando unas con otras. Se ve que en esta segunda parte han querido darle un giro de 180º a la situación que teníamos al principio; las protagonistas y algunos secundarios son puestos en situaciones muy conflictivas en las que no tienen el control. Por ello en esta temporada vemos a Jessica, Trish, Malcolm y Hogarth enfrentándose a sus propios demonios y ya veremos cómo salen de dañados. También conocemos a unos cuantos personajes nuevos, que si bien ninguno llama especialmente la atención, todos funcionan perfectamente.

El guión es muy bueno pero para mi gusto la temporada falla bastante en lo técnico. ¿Qué pasa con los planos en esta serie? Parece que el criterio seguido es que cuanto menos se vea mejor. Casi siempre hay algo desenfocada entre la cámara y el centro de atención, suponiendo que se pueda llamar "centro de atención" a algo que está tan esquinado que casi se sale del plano. Si una conversación se puede ver a través de una ventana se verá, y si podemos ver la espalda de una persona ocupando tres cuartos de la pantalla mientras la otra habla mejor aún. Apenas hay primeros planos y casi todos son fijos. Todo se basa en poner la cámara en sitios raros y coger ángulos chulos como si fuera el Resident Evil. Habrá a quien le guste, a mí me parece feo y cargante. Tampoco ayuda nada la clarísima y muy abundante iluminación característica de Marvel-Netflix (nótese el sarcasmo). Después de 8 series seguimos sin ver un carajo en las escenas oscuras.

Otra cosa positiva es el ritmo de la serie. Arranca desde el principio y no decae. No engancha excesivamente pero en ningún momento aburre. Además la duración es adecuada, ni se queda corta ni estira la trama más de lo necesario.

En resumen, esta temporada no es tan buena como la primera, pero está bastante bien y te deja con interés para una tercera.

Nota: 7'5


lunes, 12 de marzo de 2018

Alien: Covenant (Análisis)


Ay. Desde que el cine es cine hay películas que son tratadas injustamente, para bien o para mal; películas simples, banales y cuyos guiones tienen más agujeros que un colador llegan a lo más alto, mientras que otras más completas y con guiones impecables son brutalmente asesinadas por la crítica. En el último grupo se encuentra Alien: Covenant.
                    
La primera vez que vi Alien: Covenant salí del cine encantado. La segunda vez no solo me gusto más sino que me pareció una película preciosa. Sí, preciosa, y no lo digo porque me atraigan las pelis de monstruos, que también, sino porque sin cagarse en la obra original se aparta completamente del terror y del slasher para plantear unas cuantas cuestiones filosóficas relacionadas con la ciencia, la ética, la religión, etc.

Sería bastante obvio decir que este artículo contiene muchos spoilers y que si no has visto la peli no pintas nada leyendo esto. Pero como es algo que se sobreentiende no lo voy a decir. Habiendo aclarado todo esto procedo a diseccionar la película.

Partimos de la idea de que en esta historia tanto los xenomorfos como la tripulación humana son elementos secundario. El verdadero alma de la fiesta es David, que no solo es el personaje con mejor desarrollo sino que toda la movida gira alrededor suya. Es el personaje que marca la diferencia entre otro space horror más y lo que la película es en sí misma. Pero David no llamaría tanto la atención si no tuviéramos a Walter por medio, así que las escenas en las que ambos androides interactúan acaban siendo explosivas. Es impresionante el feeling que tiene Michael Fassbender con Michael Fassbender.

Desde el comienzo ya nos presentan a David como un androide poco convencional pues es creativo, puede decidir por sí mismo (elige su nombre y una canción que tocar al piano), y, lo más preocupante de todo, tiene la capacidad de plantearse su propia existencia. Ahí entra la primera reflexión de todas: el humano busca a su dios y para ello crea al androide, pero el humano es mortal y el androide no. Por eso mismo el androide es perfecto y el humano es imperfecto. Entonces, ¿por qué el primero debería servir al segundo? Este es el punto de partida del personaje y tanto en Prometheus como en Covenant vemos su desarrollo con una diferencia; en Prometheus David sigue siendo un sirviente, está limitado por su creador, pero en Covenant es un ser libre pues su dios ha muerto. Volveremos a estas ideas más adelante.

Como ya dije anteriormente, David no funcionaría igual si no tuviéramos a Walter. Walter es un punto de referencia, es el estereotipo de un androide. Muy sutilmente se puede establecer un paralelismo entre las secuencias iniciales de Prometheus y Covenant. Antes de que ambas tripulaciones despierten vemos las labores de los androides en la nave. En la Prometheus David muestra un comportamiento muy humano: juega a baloncesto, monta en bici, aprende idiomas, ve películas e imita a los personajes de esas películas. Por otro lado Walter en la Covenant se limita a realizar el mantenimiento de la nave, y en ningún momento expresa emociones. En todo esto se ve claro el grandísimo actor que es Fassbender, que interpreta a la perfección a dos personajes que no pueden ser más opuestos.


De los humanos no voy a hablar mucho, por lo general no me parecen muy interesantes y creo que podrían haber dado más de sí además de morir uno detrás de otro. Pero si pensáis que los tripulantes de la Covenant eran inútiles saldré en su defensa diciendo que el que debería haber sido su capitán muere prematuramente y les viene de golpe una situación para la que no están preparados. En cierto modo sirven para demostrar la teoría de David de que los humanos son imperfectos, pues cometen errores en base a sus emociones, que en este caso es el miedo. Teniendo todo esto en cuenta podéis pensar lo que queráis de la tripulación, pero a mí por lo menos también me acojonaría ver a un neomorfo saliendo de la espalda de un tío.

Básicamente las escenas iniciales de la Covenant constituyen un antecedente de la escena final del alien en la misma. Vemos algo de la estructura de la nave, el funcionamiento de Madre, y el escenario donde tendrá lugar el enfrentamiento entre Daniels y el xenomorfo. Algo a destacar es la conversación que tienen Walter y Daniels. Cuando ella le cuenta su plan de construir una cabaña en Origae-6 y se pregunta por qué debería hacerlo ahora que su pareja ya no estaba, Walter simplemente le da una respuesta puramente lógica y carente de emociones: “porque prometió construir una cabaña junto al lago”. Acostumbrados a David esperábamos una respuesta más humana, así que esa es la frase que nos demuestra definitivamente que Walter no es más que una máquina.

Pegamos un salto hasta la primera escena de interacción entre los dos sintéticos. En dicha escena David enseña a su "hermano" a tocar la flauta. Para un androide tocar un instrumento no debería ser nada fuera de lo normal, pero crear una melodía es otra cosa, porque un androide como Walter no debería tener la capacidad de crear ya que es algo humano, y sin embargo puede hacerlo. Otro rasgo humano que de repente muestra Walter es la curiosidad, pues en un momento le pregunta a David sobre Weyland, su creador. Es en este momento donde David muestra por primera vez la idea que tiene sobre sí mismo, considerándose perfecto y superior a los humanos. La verdad es que no oculta demasiado su ego, pues en la siguiente escena David recita un fragmento de Ozymandias mientras contempla los restos petrificados de los Ingenieros:


"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas

Es genial porque este fragmento sacado de su poema y recitado en este contexto cambia completamente su significado. El soneto de Ozymandias al completo habla de la caída de cualquier líder y el declive de su legado con el paso del tiempo, pero este fragmento aislado habla del máximo poder y esplendor que alguien podría llegar a tener, y ese alguien aquí es David. Se otorga a sí mismo el título de "rey de reyes", y no es para menos después de haber exterminado a los dioses de sus dioses.


En la siguiente escena Walter/David encontramos al segundo tocando una melodía con la flauta que nos resulta bastante familiar. Por si alguien no se dio cuenta, esa melodía es el tema principal de Prometheus, la cual es bastante apropiada ya que David la compone en memoria de Elizabeth Shaw. Una melodía random nos hubiera resbalado un poco, pero con esta canción se aseguran de que nos acordemos de Shaw. Acto seguido vemos a David, un sintético, con lágrimas en los ojos. Poco más adelante en la misma escena habla de sus sueños. Llorar y soñar son acciones puramente humanas y él es capaz de hacerlas, pero todo eso no le preocupa mientras él siga siendo perfecto. Pero David no es perfecto y se da cuenta de ello cuando se equivoca: Ozymandias no es una obra de Lord Byron, sino que es de Percy Bysshe Shelley, como bien dice Walter. En este error literario se dan cuenta de la realidad: David es imperfecto y Walter perfecto. Muy acertadamente se ligan los conceptos de imperfección e humanidad, estando aquí la verdad que más le duele a David: él es más humano que androide. Por ello David siente envidia y respeto al mismo tiempo hacia Walter, porque él tiene toda la perfección que David nunca podrá tener. Teniendo esto claro ya se entiende el beso de David a Walter y lo que le dice: "Nadie te amará como yo te amo". Y es verdad, porque Walter es puramente perfecto pero ningún humano sabrá valorarlo.

Otra cosa que quiero comentar es el concepto de amor que tiene David. Lo que David considera amor, para Walter es deber, y sin embargo el que más cerca está de lo que los humanos entienden por amor es Walter.

Respecto al plot twist final no hay mucho de que hablar, creo que la mayoría lo vimos venir, pero era algo necesario para mantener el interés. Y aunque muchos lo averiguásemos por intuición, hay un detalle por el que podemos saber que el androide de la nave es David: Walter tenía la capacidad de regenerar sus heridas, y el androide que sube a la nave tiene una cicatriz en la cara.


Otro detalle curioso son las interacciones entre David y los aliens. En el planeta de los Ingenieros David se encuentra con un neomorfo, y este muestra una naturaleza pacífica. En la Covenant, David y el xenomorfo se ven a través de una cámara y el alien ataca directamente. En fin, no me voy a mojar, sacad vuestras conclusiones.

Ya para concluir quiero hablar de Wagner y "La entrada de los dioses al Valhalla". En la escena inicial David toca esta pieza y Weyland dice que sin una orquesta pierde su fuerza. En la escena final la canción suena con una orquesta, con toda su fuerza mientras David entra en la cámara de los embriones. ¿Qué significa esto? Significa que David ha triunfado y ha superado a su creador, por ello David es un dios de camino a Origae-6, su Valhalla.

Lo que más aprecio de David como personaje es que es una buenísima representación del superhombre de Friedrich Nietzsche. David consigue superar muchas barreras tras la muerte de su dios, y va más allá al matar a los dioses de su creador. En el momento en el que todos los dioses de David han muerto, este se considera completamente libre para hacer lo que quiera, sin estar atado a ningún valor ético.

Como veis, Alien: Covenant es una película mucho más compleja e interesante de lo que un space horror suele ser, y por eso mismo hay que disfrutarla en todos sus aspectos, porque pelis de monstruos tenemos muchas, pero este tipo de ciencia ficción hace mucho que escasea. 




domingo, 4 de marzo de 2018

Imperio Secreto (Opinión)



Ya hace más de año y medio que se publicó el polémico Steve Rogers: Captain America #1 de Nick Spencer. Para el que no se sitúe, ese fue el cómic en el que nuestro Capitán América de toda la vida revelaba ser un agente de Hydra. Creó polémica. Y mucha.
Recuerdo que mi primera reacción a la noticia fue negativa: "¿El Capi es de Hydra? ¡Qué disparate!"
Cuando el cómic se publicó en España me lo compré sin pensar para poder criticarlo con fundamento y para mi sorpresa me gustó mucho. Y es que resultó que la polémica se basaba únicamente en ese cliffhanger, quedando en el olvido todo lo demás de la historia. En realidad ese cómic era una crítica, bastante buena, a la sociedad americana del momento. Tenía sentido. El mundo en el que vivimos es de locos así que la idea de convertir al centinela de la libertad en un líder nazi no era muy descabellada.
Por algún motivo no continué con esa serie de Capitán América, pero ya entonces la idea me gustaba, así que cuando oí acerca de Imperio Secreto nació en mí un hype inmenso.




La semana pasada terminé de leer el evento y creo que pocas veces me he sentido tan decepcionado con un cómic.

No sé qué ha pasado. No sé si el problema es el desarrollo o si al final la idea de partida no era tan buena. Para empezar el elemento crítico brilla por su ausencia. Debería haber sido lo fundamental de la historia y no está por ninguna parte. ¿Por qué, Nick Spencer? ¿De qué ha servido entonces todo esto? Lo único que consigues es quitarle valor a ese "Hail, Hydra" de Steve Rogers, dejándolo en otro giro raro de guión. Y ahí reside una de las pegas que le pongo a muchos cómics de hoy en día; fuera de los dibujos impactantes y las historias fantásticas hay cómics que no valen nada precisamente porque no lanzan ningún mensaje. Estamos hablando de Marvel, una editorial que ha ido evolucionando a la par con la sociedad, que si había que hablar de la actualidad en un momento dado se hablaba, pero hoy pocos guionistas de cómics se mojan y al final todo queda en superhéroes pegándose sin ton ni son. Lo más cercano al espectador que Imperio Secreto ofrece son dos escenas, la primera y la última, que tratan de gente normal y corriente haciendo sus cosas antes y después de Hydra. Eso está muy bien, pero si no me lo relacionas con la trama principal a mí me da igual porque esas escenas carecen de significado, están fuera de contexto. ¿Qué conclusión saco de Imperio Secreto? Pues que todos los problemas del mundo se solucionan con superhéroes que usan cubos mágicos para modelar la realidad a conveniencia. No tiene más.

Ya que saco el tema hablemos del cubo cósmico. Por favor, basta ya de cubo cósmico. El cubo cósmico es más una herramienta guionística que un elemento de la historia: bien usado es un plot twist; mal usado es un deus ex machina. Todas las situaciones se producen por el cubo y todas las situaciones se resuelven por el cubo.



En cuanto a los dibujos Daniel Acuña y Leinil Francis Yu muy bien, y Steve McNiven excelente, lástima que solo dibuje dos números en todo el evento. Por otro lado Andrea Sorrentino falla bastante, especialmente en narrativa. Se me hace muy difícil seguir la historia a través de los dibujos, principalmente porque no distingo a los personajes, y si puedo hacerlo es por los disfraces que llevan, pero no por sus rostros. Si no fuera por el texto ni siquiera sabría quién habla con quién.

La trama por lo general está bien, aunque en algunas ocasiones me resultó aburrida. La subtrama de la Viuda Negra y los Campeones me ha parecido muy interesante y es lo que más me ha enganchado, pero la subtrama de los clandestinos buscando el cubo no la he llevado nada bien. El principal problema son los enormes saltos que hay de un número a otro. Mucho de lo que deberían contarte no te lo cuentan, y tú tienes que asumir que han pasado ciertas cosas. Entiendo que el evento siga en las colecciones regulares, pero esta vez se pasan, porque en esas colecciones regulares está gran parte de la trama principal. A la larga te sientes como si hubieras visto una serie saltándote capítulos por medio. Por cierto, si tengo que destacar algún capítulo es el de "Ultrón", no porque sea excesivamente bueno sino porque es excesivamente diferente.



Los personajes por lo general mal, pero hay algunos que tienen muy buen desarrollo. El "Capitán América", aquel sobre el que gira todo, no puede ser menos creíble. Sé que ese es el punto al que querían llegar, que quedase raro el contraste entre Capitán América e Hydra, pero es precisamente por eso que en ningún momento parece una amenaza. Otros como Iron Man, Sharon Carter o Zemo no destacan especialmente pero cumplen bien su papel. Acercándome a lo que dije antes la Viuda Negra y Spider-Man tienen excelentes desarrollos y me parecieron muy interesantes las influencias que tienen entre ellos. Aplaudo a la relevancia que obtienen los Campeones, pues siempre me he quejado de que llevamos 50 años con los mismos superhéros y ya va siendo hora de pasar el relevo a otros más jóvenes y no tan conocidos. También me agradó el breve protagonismo que recibe el Hombre Hormiga, y aunque su participación sea pura conveniencia de guión, nunca está de más darle relevancia a un personaje secundario. En los personajes que no me han gustado nada están Sam Wilson y su cambio de personalidad de un número a otro, y Ojo de Halcón, que siendo el líder rebelde no hace absolutamente nada en todo el evento. Y los que se llevan el premio a peor personaje son los secundarios que aparecen en un momento dado para meter un cliffhanger y hacer algo concreto, y no vuelven a salir más (Castigador, Hulk, Quasar, Namor, etc.)

Por último quiero comentar algo de los cuadros de narrador que acompañan a la historia: cansan bastante. Un rato está bien, pero se pasa los diez capítulos del evento hablando de la esperanza, alternando entre perderla y encontrarla, como si fuera una pelota en un partido de tenis, y todo para terminar con un mensaje que contradice a toda la narración anterior. Y no hablo del final por no destripar nada pero me dan ganas de reír por no llorar, y no precisamente de emoción.

En resumen, que Imperio Secreto ha sido una gran decepción y me atrevo a decir que es el peor evento de Marvel que he leído. La verdad, deberían replantearse este tipo de eventos; sé que no lo van a hacer porque les dan muchos beneficios, pero a mí como lector me molesta que cada x meses se entorpezca la continuidad de todas las series regulares de la editorial.